Voy a aprovechar lo que nos queda de luz para escribir la crónica del fin del viaje.
Lo único especial que hicimos este día fue ir al Invernadero Real (Serres Royale), esta situado dentro del palacio donde viven los reyes de Bélgica y es una gran estructura donde cuidan miles de plantas y flores. Lo abren durante la primavera para que lo puedan disfrutar todos los que paguen los correspondientes 2,5 euros de la entrada.
No me esperaba la cantidad enorme de flores que hay allí, ni la de jubilados alemanes y franceses que entran dentro y que marcaban la velocidad de la visita, lentisimos al principio parandose en cada petalo y corriendo al final por que se les adelantaban sus compañeros de excusión.
Os pongo unos fondos de pantalla con flores para vuestro deleite:
Y esto es una foto a una foto del recinto:
Comimos en un centro comercial y aprovechamos para disfrutar del ultimo gofre belga. La tarde la pasamos paseando por un parque que esta lleno de lagos y dentro patos y cisnes.
Lo mejor ocurrió a la vuelta, primero reventó la dueña y el último día lo hizo el coche, pilló un calentón y estuvimos una hora esperando que se enfriara un poco.
Los padres de Patricia, nos invitaron a cenar. El padre se ha comprado un pequeño capricho para este verano venir a España y nos dejó hacernos una foto.
Al día siguiente tempranito, estabamos en el aeropuerto y en 3 horas en casa.
Con esta anotación termino la narración de nuestro viaje a Bélgica. Gracias a todos por seguirnos y a Patricia especialmente por ser una gran guia, anfitriona y amiga.
- Un día en Toulouse - 10/08/2022
- Confinados pero volveremos a viajar - 23/03/2020
- París en el inicio del siglo XX - 06/11/2019
Me encantan esas fotos de las flores 😀
pd: que pedazo de moto! :O