La droga viajera

//

Este año está siendo complicado a la hora de organizarnos para poder planificar nuestros viajes. Diferentes circunstancias tanto laborales como personales han impedido que pudiéramos planificar las cosas como nos gustan hacerlas y eso nos tenía frustrados e incluso irritables, enfadados o tristes dependiendo del día.   Pensar que no sabíamos cuando íbamos a poder poner kilómetros entre nuestro día a día y la liberación que supone estar lejos de todo, tanto mental como fisicamente, nos dejaba un poco fuera de lugar.  Desde hace más de 10 años, sabíamos donde iríamos y haríamos con meses de antelación y este 2015 no podíamos anticipar nada.  El efecto de la droga viajera aparecía constantemente.

Hace 10 días se abrió un claro entre las nubes donde pudimos ver el sol (homenaje a Extremoduro),  en un arrebato de pasión viajera cogimos nuestro coche e hicimos más de 1000 kms para ir a Barcelona camino de Carcassonne en el Sur de Francia.  Nuestros amigos Ricardo, Olga y Rubén nos acogieron en su casa casi sin avisarlos por una noche.

Esas 10 horas de camino fueron como una catarsis, por fin salimos de casa, no teníamos plan predefinido sólo sabíamos que teníamos 7 días para volver a renacer y recargar las pilas para aguantar otro tirón hasta el próximo viaje.   En ese tiempo decidimos que íbamos a cruzar el sur de Francia bordeando los Pirineos desde Perpignan hasta San Sebastian pasando por  castillos Cataros (Quéribus, Perypertuse), el paso de Galamus, Carcassonne, Foix, Toulouse y San Sebastian para después hacer otras 10 horas de coche hasta Málaga.

Por supuesto, que nos os vais a librar de nuestros diarios que @Mamnely escribe en su agenda, que igual es una moleskine que una libreta del chino, cuando volvemos al hotel todas los noches mientras yo hago copias de seguridad de las fotos y vídeos.

Ha sido una de las mejores decisiones del 2015.  Hemos dormido como hacía meses que no podíamos, andando y paseado como si quisiéramos gastar las suelas que no habíamos gastado en todo este año y comido como un viaje así se merece.

Desayuno que forma parte de la droga viajera

Mucho se ha escrito sobre la esencia de los viajeros, que si es mejor viajar sólo, que si en grupo, que con la mochila, que de lujo, bla, bla, bla,…  Nosotros somos el termino medio, igual vamos con una mochila que con maleta y trolley, podemos dormir en una pensión o en un hotel de 5 estrellas o en una caravana, no nos importa ir en avión, coche, barco, tren o autobús siempre que viajemos.   Hemos dormido en habitaciones de 15 ó 20 euros y en algunas de 300 € (aunque pagáramos bastante menos).   

Indice

¿Viajar es adictivo?

Viajar es una droga y el que la toma se vuelve adicto.  No has llegado a casa cuando ya estás pensando en el siguiente, qué ciudades vas a visitar, el itinerario,  presupuesto, cuando tienes que comprar los vuelos para obtener el mejor precio,  donde buscar los mejores hoteles en la relación calidad/precio/cercanía,….   Nosotros el año pasado teníamos claro que en Abril de este año nos íbamos a ver el Machu Pichu y no pudimos, después a Cardiff y tampoco pudimos, así fuimos desechando un destino tras otro hasta que por fin pudimos escaparnos a Viena 4 días pero volvimos sin saber cuando podríamos volver a volar del nido.

No se si a vosotros viajeros y no viajeros os pasa lo mismo pero la simple ilusión de ir a conocer un nuevo lugar enciende la chispa suficiente para seguir soñando.   Saber que puedes ver o conocer otra cultura te mantiene vivo y con ganas de seguir adelante.

Viajar es una droga que te eleva y te separa de tu cuerpo haciendo que recuerdes otros pueblos por los que ya has pasado o imagines nuevos destinos.

Como hablamos muchas veces hay distintos tipos de viajes:  De destino, de camino, de conocimiento o de diversión.   Cada día prefiero que sean más de camino, esos en los que disfrutas todo el recorrido y los lugares que visitas.  Si lo pienso en los últimos que hemos hecho siempre pensamos en visitar más un lugar y hacer una parte en coche para recorrer pequeñas carreteras y conocer como vive la gente el día a día.  Como hicimos en Australia, Nueva Zelanda, Croacia,  República Checa,  Costa Oeste de Estados Unidos o el último gran viaje a Noruega de Octubre del 2014.  En cambio al principio nuestros viajes eran de destino y visitábamos sólo una ciudad: Paris, Londres, Roma, etc…  Supongo que es la evolución lógica de cualquier viajero.   Lo que no quita que si tenemos una oportunidad de ir a una ciudad en concreto lo hagamos, al final viajar nos puede.

No se si muchos habréis llegado hasta aquí pero necesitaba poner por escrito todo esto que llevaba dentro.  En resumen, tengo un problema de adicción a la droga viajera:  «Mi nombre es Ismael y soy viajero».

¿Eres también adicto/a?

8 comentarios en «La droga viajera»

  1. Es tremendo, porque cuando estás volviendo a casa ya vas pensando dónde y cuándo te estás yendo otra vez… cómo me las maravillaría yo… He conocido a una persona a la que no le gusta viajar y estoy ojiplática todavía, entre ésta y la que me dijo que no le gustaba la música creo que ya lo he visto todo en la vida.
    Por cierto, que en Carcasonne no he estado yo todavía… todavía…

    Responder
  2. Soy adicta, lo reconozco… pero es que paso de ponerme en tratamiento jejejeje. Así que " Mi nombre es Cristina y soy viajera" 😉

    Responder
  3. Nosotros cuando regresamos de un viaje ya estamos pensando en cual va a ser el siguiente. Una vez decidido el destino nos ponemos a buscar información, que junto al blog, tenemos una gran adicción, y el único antídoto que hay es viajar. Saludos

    Responder
  4. ¿Así que pasáis por Barcelona y no decís nada :(? Pues hacéis bien, así no os entretenemos y tenéis más tiempo para la escapada. Yo no soy viajera, sino más bien sedentaria, supongo que porque siempre tengo el campamento montado en casa y la economía no me acompaña, pero si algún día me decido a hacer un viaje que me deje con ganas de más creo que te pediré consejo.

    Responder
    • A mi Marga….

      Ya no se como justificarme. Con Barcelona tengo un problema que mucha gente querría tener, tengo tantos amigos y conocidos que si me paro con todos me tendría que quedar allí 3 ó 4 días. Manmely se sentía mal por lo poco que estuvimos en casa de Ricardo y Olga y ha estado reprochándomelo desde entonces.

      Prometo que algún día iré a BCN a visitaros a todos.

      Responder

Deja un comentario