Anoche terminamos muy cansados en Carcasona y a las 00:00 ya estábamos dormidos. Hoy nos hemos levantado a las 10:00h porque ni siquiera hemos puesto el despertador. Necesitábamos un día de descanso porque estamos agotados de estas últimas semanas de preparación de nuestra primera maratón y el no haber tenido vacaciones antes ya nos estaba pasando factura. Tenemos hasta agujetas de las subidas a los castillos Cátaros de ayer.
Hemos desayunado en una boulangerie (panadería) que hay cerca del hotel. Los croissants son espectaculares, también nos hemos tomado un chocolatin y un eclair para los dos. Con un café latte y un té nos ha costado 8 euros. En el hotel nos hubiesen cobrado 10 € por cabeza.
Después del desayuno nos hemos acercado a ver el sistema de esclusas del canal de Midi y cuando hemos llegado hemos visto que salía un barco en ese momento pero lo pillamos justo al final del proceso. Hay excursiones en barquitos por el canal que incluyen el paso por la esclusa pero a nosotros ese tipo de excursiones no nos van.
Para llegar a la ciudadela de Carcasona (o Cité) hemos bajado por la calle más comercial del centro y está llena de tiendas de ropa.
Se nota bastante que ya es de día porque en la entrada nos hemos encontrado muchísima más gente que anoche. Han llegado autocares y gente por todos lados hasta el punto de que nos hemos agobiado un poco, la verdad, parecía la promesa de una procesión de Semana Santa embutidos en una calle de 3 metros de ancho.
Nos hemos acercado a la basílica de Saint-Nazaire y nos hemos alegrado de no hacer el tour por ella en español porque la guía la califica como “muy amplia” como su mejor característica. Se olvidaron de hablar de las vidrieras que sí eran preciosas.
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Cuando estábamos a punto de salir escuchamos música a lo lejos por lo que decidimos que teníamos que ir a ver qué ocurría. Se trataba de un grupo de muchachos y muchachas que iban promocionando un espectáculo con bailarinas, trovadores y guerreros donde podrías escuchar música medieval y ver feroces luchas entre los guerreros, que Ismael dice que le parecían más personajes del videojuego Assasins Creed que caballeros o soldados de la Edad Media.
Olvidé mencionar una iglesia que nos encontramos en la calle comercial del centro. La iglesia de nuestra señora del Monte Carmelo. Nos ha gustado porque había varios frescos y estatuas preciosas. Aunque está muy ajada tiene mucho encanto. He puesto una vela a Santa Rita porque, aunque me acuerdo de mi madre todos los días y a todas horas, al verla me he vuelto a acordar de ella. Es una tontería pero me ha apetecido hacerlo.
Volviendo a la Cité, hemos dado hoy un millón de vueltas por allí y hemos visitado muchas tiendas que ayer estaban cerradas. Ismael me ha regalado un colgante de una alas de ángel de plata que me ha encantado y yo misma me he comprado una camiseta con bicicletas que he tenido que pagar en efectivo y la mujer me ha devuelto un billete que no me ha gustado nada. Después de comprobaciones por parte de la dos y compararlo con otros que tenía, al final me lo he quedado. De todas formas en una tienda donde compramos unos imanes lo tuve que entregar porque tampoco pude pagar con tarjeta. Hay un par de tiendas de nougats (un turrón blandito) donde podréis comprar para la familia y amigos, si os gustan claro está.
Hemos visitado el Chateau de Carcassonne o también llamado castillo condal. La entrada cuesta 8,50 € por persona y puedes coger una audioguía o unirte a un grupo con guía. Al final, hemos ido por libre como suele ser habitual en nosotros.
Pudimos comprobar que realmente no hace falta ni siquiera la audioguía porque cada estancia tiene carteles que te van explicando muy bien la función de la habitación y su historia. Evidentemente no son tan completos, pero para nosotros es suficiente. Es muy interesante la visita. Justo al entrar puedes o “tienes” que ver un vídeo de cómo se decidió restaurar todo el recinto porque estuvieron a punto de derribarlo por el estado general que tenía. El mismo arquitecto (Eugéne Viollet-le-Duc) que restauró Notre Dame en París y otros monumentos importantes de Francia fue al que le encargaron este laborioso trabajo pero no pudo verla terminada.
Estudiando el castillo han podido entender gran parte de su historia. Cuando lo visitéis fijaos en las diferentes terminaciones de las torres porque algunas se reconstruyeron en diferentes estilos para mostrar todas las épocas por las que el castillo ha pasado, por ejemplo, las planas eran como las terminaban los romanos.
Las estancias están muy bien explicadas y muy bien hechas. Una visita que nos ha gustado mucho. Os dejamos algunas fotos para que veáis cómo es por dentro.
Bolas de piedra de catapultas o cañones
Al salir del castillo nos hemos ido a comer algo. Nos hemos decantado por unos crepés la mar de buenos. Ismael lo ha tomado de queso, pollo y tomate y yo de jamón y queso. Con una Orangina de 500 ml para los dos hemos pagado 13 euros.
Cuando nos cansamos de dar vueltas por la Cité de Carcasona nos volvimos al hotel a dejar todas las cosas que compramos. De camino paramos para comprar unos macarons (una caja de 8 por 8€) y una galleta de speculoos para el camino.
Además hacían tartas tan bonitas y apetecibles como la siguiente.
Después salimos con la intención de hacer hambre para cenar temprano pero va a ser difícil para nosotros acostumbrarnos en dos días a cenar a las 19:00 y encima a tener ganas de comer.
Volvimos a la zona de las esclusas porque por allí habíamos visto algunos restaurantes que además están bien valorados pero eran las 20:30 y no nos apetecía nada cenar y hemos visto como en algún restaurante ya estaban recogiendo. Dio la casualidad que se estaba celebrando un rally y los coches estaban llegando a una plaza. Eso tuvo a Ismael un buen rato entretenido viendo coches y haciendo fotos.
Al final decidimos ir a un Carrefour Express que nos hemos cruzado y compramos para cenar lo que quisimos y poder cenar en el hotel cuando nos entrara apetito. Con la tontería acabamos cenando a las 23:00, somos incorregibles.
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Muy buenas sugerencias, las fotos estupendas y la tarta… Muchas gracias por compartir vuestra experiencia y por el asesoramiento. Esperando con ansias próximas entradas.
Muchas gracias por tu comentario M.L.
Intentamos que os guste y además compartirlo con vosotros nos encanta.
Saludos Viajeros
Una ciudadela preciosas, desde luego. Que buena pinta tienen los creps. Y no se como os resististeis a la tarta! He tenido la oportunidad de visitarla 3 veces y no serás las últimas, pues es una parada ideal para hacer un alto en el camino y seguir “más arriba” cuando viajamos a Francia en coche.
Un recomendación: la Abadía de Fontfroide, que está cerquita, vale mucho la pena.
Hola Jordi,
Gracias por el comentario y el consejo. Nos lo apuntamos para la próxima. La verdad que para nosotros ir hasta allí y volver en coche fue una “paliza” porque son 1000 kilómetros sólo para llegar a la frontera.
Saludos Viajeros.
No se si me ha gustado más el desayuno o la ciudad. Igual es que es la hora de cenar… y eso se nota cuando se habla de comida, pero es que vaya post, y menudas fotos de comida. Bueno, el resto mucho mejor, claro. Me parece una ciudad interesante y sin duda lo de que no es necesaria la audioguía está bien saberlo.
Un abrazo
Hola Cristina,
Muchas gracias por pasarte por aquí.
Tenemos que reconocer que tenemos un problema con las panaderías francesas y esta era espectacular. Los croissants estaban de muerte y los demás dulces exactamente igual, si vas por allí es tan recomendable como cualquiera de los monumentos que tienen la ciudad.
Saludos viajeros
Qué bonito Carcasona! Me encantaría hacer un roadtrip por el sur de Francia porque últimamente he tenido oportunidad de visitar varios sitios y me han encantado. Y esos crepes… ¡me habéis dado ganas de redesayunar! jajaja.
Un saludo
Gracias por tu comentario Marta.
Pues es un viaje muy entretenido y completo. Nosotros entramos por Cataluña y acabamos saliendo por el País Vasco. Hay muchísimas cosas por ver, visitar y por supuesto comer.
Los crepes estaban muy ricos, ya verás los que nos comimos en Toulouse. 🙂
Saludos Viajeros