Estambul es la ciudad más poblada de Turquía y en ella pasamos varios días. Estos son los diarios de lo que vimos, disfrutamos y sobre todo comimos allí.
Acabamos de llegar de una tetería, donde hemos estado hora y media, escuchando a un kurdo tocar la guitarra española, mientras hablaba con nosotros en castellano, con otra pareja en francés y árabe, con un amigo en turco y con un grupo que llegó después en inglés e italiano.
La verdad es que veníamos avisados de que los turcos solían hablar varios idiomas, pero hasta que no estás aquí, no ves la facilidad con la que se desenvuelven.
Estamos viendo el fútbol en la cadena turca NTV y estoy escribiendo desde la cama del hotel, con la señal wifi que ofrece gratuitamente y mi nokia N770. Así que si eres tan friki como yo y te gusta pasear tus cacharritos, el Hotel Beyaz Saray (antiguo Barcelo Saray) es una buena opción. La situación del mismo para visitar la parte antigua, es increíble. A 3 minutos del Gran Bazar y a 10 minutos de Santa Sofía, La Mezquita Azul y de la Cisterna. Además tiene su propio Hamman (baño turco), aunque si prefieres algo más tradicional hay un par de ellos muy cerca. Ten en cuenta que en éstos los hombres y mujeres van por separado e incluso en días alternos.
Antes de ir a la tetería que os nombraba al principio, estuvimos en el Gran Bazar donde nos comimos unos roscos de pan cubiertos de sésamo.
Paseando, al llegar al jardín que hay entre la Mezquita Azul y Santa Sofía, vi a la gente chupando unos palitos. Después vimos al hombre que los vendía, son una especie de chupachups artesanos hechos al momento, mezclando 5 sabores de caramelo, que enrolla al palito.
Son una maravilla, al igual que las famosas delicias turcas, las hay de un montón de sabores, la textura es como una gominola, pero más blanditas.
Los tulipanes son una constante en Turquía, aunque sea Holanda la que hizo famosa a esta flor, su origen es de esta tierra y por las fotos que hicimos saben como cuidarla para que sean preciosas.
Para cenar, fuimos en busca del famoso kebap (para quien no lo sepa, es la forma de cocinar la carne.). Acabamos en un pequeño restaurante, donde nos comimos un durum, un doner al plato muy especiado y una ración de aziliz o algo así, que pica una barbaridad.
Todo esto más dos refrescos y una ración de patatas fritas 28,5 liras turcas, unos 14 €.
Enfrente, está la tetería que os comentaba al principio. Con el rollo, nos hemos tomado 6 tés, que nos han costado 4,5 liras turcas (2.25 €).
Bueno, mañana más, que tenemos que madrugar.
Se me olvidaba, las comandantes, aterrizan mejor que ellos.
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Qué maravilla Estambul, estuve el año pasado y todavía recuerdo la magia de esa ciudad impresionante.
Que envidiaaa!!bueno ya sabeis q teneis q compra una maleta mas grande pa el proximo q yo ya toy aprendiendo contorsionismo. Besitosss que os lo sigais pasando tan bien.
Antonio,no se te paso como a nosotros, pero la gente es superagradable.
Itaz, sigue con las clases, a ver si tienes suerte.
Tanto la comida como las delicias turcas se parecen muchísimo a las griegas! Nosotros tenemos Turquía como destino pendiente desde hace muuucho tiempo, queremos sacar un hueco para poder visitarla!
Gracias por el comentario.
A nosotros nos pasa lo mismo con Grecia. Lo tenemos en el punto de mira pero nunca nos decidimos.
Maravilloso, como siempre. Me encanta seguiros y aprender de vuestras experiencias. Preciosos los tulipanes.
Hmmm me habéis traído a la mente los olores, sabores y sonidos de Estambul, una ciudad mágica donde las haya. Puede ser un caos pero yo siempre dijo que tiene algo que engancha… Qué ricos los kebab ¿eh? Y el té de manzana, aún me queda una cajita 😉 un abrazo de la cosmopolilla.
Aún no he salido de Europa, pero en el momento que salga Estambul es un destino obligatorio (aunque Estambul tiene una parte europea).