La ciudad de Toulouse es famosa en el mundo entero por su plaza y su peculiar catedral pero tiene mucho más que ofrecer.
Nada más llegar desde Foix hemos salido a dar un paseo. Al llegar a la plaza del Capitolio nos dimos cuenta que había mucha gente manchada de colores y con dorsales de una carrera, además en medio de la plaza había una pantalla enorme y un escenario. Pues resulta que se acaba de disputar una carrera al estilo Indio (una Holi Run) donde se lanzan polvos de colores a los corredores y termina en una gran fiesta con música.
Debe ser muy divertida y bastante multitudinaria. Además ese día había partido de Rugby entre Francia e Irlanda del torneo de las seis naciones.
Para variar hoy tampoco hemos almorzado y nos hemos encontrado con que son las 16:00 y aún no habíamos tomado nada, básicamente por culpa de Ismael que se quiso parar en Foix a comer porque era muy “temprano”. Estábamos convencidos de que hoy ya no comíamos pero al ser una ciudad más grande parece que es más fácil encontrar donde comer a cualquier hora. En plena plaza del Capitolio hay varias cafeterías que sirven Brunch durante todo el día (se pierde un poco el concepto de brunch). Ismael se ha comido una especie de tortilla (aunque en la carta ponía huevos revueltos) con queso de cabra con una café y yo un sandwich de queso con verduras y un té. Hemos comido de maravilla y casi sin esperarlo. Además no nos ha parecido ni caro, hemos pagado 30,30 € por todo y los platos iban bien servidos incluyendo patatas gajo.
El centro estaba muy animado mientras paseábamos. Hemos visto por fuera el museo de los agustinos, hemos cotilleado en un mercadillo sobre el chocolate y andado por las calles comerciales las cuales tenían todas las tiendas cerradas.
Había algunos edificios que todavía se conservan de la edad media.
También nos encontramos estos paraguas que no sabemos si era una señal para la carrera o un adorno.
¿Dónde dormir en Toulouse?
En Toulouse pasaremos un par de noches. Hemos escogido el Ibis Budget Toulouse Centre por 113 € las dos noches. Es un hotel muy básico pero limpio y muy cerquita del centro. Además tiene aparcamiento por los que nos podíamos olvidar del coche estos dos días.
La catedral de Toulouse
Hemos aprovechado que la catedral de Toulouse estaba abierta para visitarla y podemos confirmar que es el templo más raro que hemos visto en nuestra vida. Se fue construyendo a trozos, por distintos arquitectos y con diferentes estilos, ni por asomo tiene la forma de cruz a la que estamos acostumbrados o dividida en naves.
Sólo hay un punto en el que si miras hacia una lado es un edificio normal y si le das a la vuelta y miras al lado contrario también es normal pero si miras el conjunto parecen tres edificios unidos por un extremo.
La verdad que tanto el interior como el exterior son curiosos porque no te esperas ese desbarajuste para una catedral de una ciudad como Toulouse.
Justo enfrente hay una capilla mucho más sencilla que es donde parece que se hacen las bodas, bautizos y demás.
Muy cerca de la catedral, hemos visto en el mapa que hay una plaza señalada muy grande y allí que nos dirigimos. Se llama plaza Occitane y cuando la hemos encontrado, hemos visto que es feísima. Está en medio de unos bloques horrorosos y la plaza es igual de horrible, es una pena porque los edificios de todo el centro de Toulouse son bastante bonitos.
Después de una cuantas vueltas más nos hemos vuelto a acercar a la plaza del Capitolio para ver el ambiente.
Estaba lleno de gente y estaban muy pendientes a lo que pasaba en el partido, para los curiosos Francia perdió. En una de las calles adyacentes a la plaza decidimos pararnos a merendar (hora española) o según los franceses a cenar. Ismael se ha tomado un crepé de caramelo, plátano y queso blanco con un café y yo otro con chocolate con un té. Con esto nos podamos dar por cenados porque más tarde va a ser difícil encontrar donde nos sirvan.
¿Dónde correr en Toulouse?
Hemos aprovechado que hacía muy buen tiempo para salir a correr porque en lo que llevamos de viaje no aún no hemos hecho ninguna tirada y falta poco para el maratón.
Por la ribera del canal de Midi hemos dado unas cuantas vueltas hasta completar 10 kms en 1:01:00. Un tiempo muy bueno para nosotros que ya llevábamos varios días parados (bueno, subiendo y bajando a castillos que también cuesta lo suyo), Las sensaciones para los dos han sido muy buenas.
Cómo compramos una baguette antes de subir y todavía nos quedaba queso y salchichón de ayer, cenamos tranquilamente en nuestra habitación.
Mañana nos espera un largo día visitando el resto de la ciudad de Toulouse y sus monumentos que estarán abiertos. Aquí puedes leer el relato del Segundo día en Toulouse
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