Después del madrugón (nos hemos levantado a las 04:30h), nos ha recogido el mismo shuttle que nos trajo al hotel desde el aeropuerto. Ya lo teníamos pagado desde que llegamos y sólo teníamos que entregar al conductor una tarjeta que nos dio el que nos trajo.
Ahora a esperar el avión que nos va a llevar a nuestro nuevo destino, Auckland en Nueva Zelanda.
Esperando el vuelo:
El vuelo lo hemos hecho con Emirates Airlines y ha estado muy bien. El avión era novísimo, con más espacio para las piernas y las pantallas de los asientos más grandes de lo habitual.
Hay que tener en cuenta que en la mayoría de los vuelos de esta distancia (el vuelo sólo era de unas 3 horas y media) no tienes la posibilidad de tener pantalla en turista. Además, después del megaviaje para llegar a Australia éste nos pareció un paseo. Nos ofrecieron un desayuno para quitarse el sombrero y nos llamó la atención que los cubiertos fuesen de metal.
Nada más entrar en la termina del aeropuerto de Auckland nos encontramos con esto:
Para recoger la caravana sólo teníamos que andar unos diez minutos desde la terminal. La agencia que utilizamos para el alquiler de la caravana se llama Jucy Rentals , por lo que terminamos poniendo nombre a la nuestra llamándola Lucy. Tenía vivos colores en verde y morado (los colores de la bandera malagueña curiosamente). Por dentro estaba completamente equipada, con una pequeña cocina con fregadero y utensilios, platos, vasos, cazos y demás, todo ello guardado en los muebles que tenía en la parte de atrás. También teníamos una pequeña estufa y la ropa de cama y las toallas necesarias. Alquilamos una caravana para cuatro personas porque así tendríamos espacio para guardar nuestras maletas. La verdad es que acertamos de pleno porque con una de dos personas hubiésemos tenido problemas. Era la primera vez que viajábamos en caravana y la experiencia debo decir que ha sido muy agradable.
En la parte de arriba, en una de las camas, guardamos nuestras maletas y nosotros dormimos siempre en la cama de abajo, que se montaba con los asientos de atrás. El montaje estaba muy completo y conseguías una cama confortable y amplia. También tenía una mesa para poner fuera si hacía buen tiempo con sus correspondientes sillas. La mesa de dentro se utilizaba con una tabla que montabas entre dos de los asientos de atrás.
Lo importante para sentirte cómoda en una caravana de estas características es seguir un cierto orden a la hora de guardar las cosas ya que el espacio es reducido pero tienes sitio para todo lo necesario. Una curiosidad de nuestra caravana es que llevaba un retrete portátil. En realidad sólo era un asiento para poder hacer tus necesidades pero en cualquier lugar en la naturaleza.
Con un vídeo queda más claro:
Nada más salir nos paramos a comprar en un supermercado cercano para el que nos facilitaron unos descuentos. En principio no teníamos idea de cocinar demasiado en la caravana aunque también venía equipada con una bombona de campingaz para la cocina y un depósito de agua para fregar los platos, pero sí compramos para poder preparar unos sándwiches, alguna ensalada y alguna sopa de vaso de las que tan sólo tienes que añadir agua caliente. Así podríamos cenar alguna noche en “casa”. Por supuesto también cayeron algunas chucherías, que para eso estamos de vacaciones.
Después fuimos a buscar nuestro primer camping para dormir esta noche en Auckland. En el alquiler de la caravana nos facilitaron varios catálogos con diferentes campings donde poder parar. Nos guiamos por uno de ellos y nos fuimos a las afueras de la ciudad, en Avondale. Es recomendable si no quieres estar con la autocaravana por la ciudad. Una vez la dejamos allí, para poder volver a Auckland cogimos un autobús que nos llevó al centro, que estaba a unos 30 minutos. Podíamos coger las líneas 221, 223 ó 224.
Auckland es pequeña para lo que estamos acostumbrados. Nosotros en 3 horas visitamos lo que teníamos intención de ver, la zona del puerto y los alrededores de la torre SkyCity.
La verdad es que una vez allí, puedes confirmar que no tiene nada interesante. En algunos foros ya leímos que no merecía la pena parar aquí, pero pensamos que al menos una noche debíamos dedicarle. Definitivamente no merece la pena hacerlo.
Sólo tiene la Sky Tower donde curiosamente estaba la parada de nuestro autobús y, un poco más abajo, la bahía. La parte más animada de Auckland está por esa zona, con varios restaurantes y bares por el muelle. Dimos un corto paseo por allí y concluimos que no había mucho más que hacer. También debo decir que eran entre las 19:00h y las 20:00h y a esa hora en este país ya no hay casi nadie por la calle. Por tanto, volvimos a nuestra caravana para dormir en ella por primera vez. La cena la hicimos allí y nos tomamos unos noddles y una ensalada.
Consejo: Si cogéis la línea 221,223,224 para volver a Avondale, tenéis que ir a la calle Victoria que es paralela a donde os bajásteis.
Nuestra caravana tenía también una tele, pero no conseguimos sintonizarla (después nos enteramos que sólo era para ver películas en pendrive). De todos modos estábamos muy cansados después de haber madrugado tanto.
Mañana teníamos previsto haber vuelto a Auckland para verla de día pero pensamos que no merecía la pena así que pondremos directamente rumbo a Waitomo.
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