Después de pasar un par de días en Brisbane, nuestro siguiente destino era Noosa. Anne nos recomendó salir de la autopista en Mooloolaba para coger una carretera de costa que es más bonita, pero como íbamos más tarde de lo previsto y no queríamos que se nos hiciera de noche por la carretera, continuamos sin salirnos. Aunque paramos en el Zoo Australia de paso.
El Flashpackers Noosa es un hostal de mochileros que estaba a rebosar. Puedes compartir habitación o bien coger alguna doble por un poco más de precio y con baño propio. Cuando llegamos había muchísima gente en las salas comunes comiendo pizza. La chica de recepción nos explicó que los miércoles podías pagar 8 AUD y comer toda la pizza que quisieras. Preferimos ir a cenar a algún sitio.
El hostal está justo en el medio entre la playa y el centro de la ciudad, a quince minutos andando de cada uno más o menos. Decidimos ir hacia la playa pero nos equivocamos y fuimos bordeando un gigantesco parque que hay justo al lado del alojamiento. Todo estaba muy oscuro y pensamos que no podía ser el camino así que volvimos por nuestros pasos y ya sí tomamos la dirección correcta. De todos modos, también por allí estaba bastante oscuro, pero la ciudad es tranquila.
Lo mejor del camino ha sido poder ver las estrellas sin apenas contaminación lumínica. Cerca de la playa sí había más movimiento de gente pero aún así se nota que es un sitio muy tranquilo. Cenamos en una barecito y nos fuimos a descansar ya que mañana será el día que más kilómetros hagamos en el coche.
Después del desayuno hemos ido a dar una vuelta por la famosa playa de Noosa. De día la cosa cambia bastante y hemos podido disfrutar de un corto paseo por esta bonita localidad. La playa Sunshine, que es donde cenamos anoche, es una maravilla.
Una enorme playa de arena coralina con los surferos disfrutando de las olas.
Nos ha encantado pasear por la arena observando la multitud de minúsculos cangrejos que había y que se escondían en sus pequeños agujeritos de la arena. También os encontramos una medusa con un azul celeste precioso, que daba bastante respeto.
Esta playa es más virgen que Main Beach que es la otra playa que se encuentra al otro lado del centro de la ciudad y que es mucho más popular para los bañistas.
Estaba repleta de gente tomando el sol (que por estos lares es bastante fuerte) y por los alrededores muchas tiendas y bares.
Estaban en plena preparación de un triatlón en Noosa, al parecer bastante famoso en el país, y pudimos ver los carteles de presentación. Están dos semanas haciendo diferentes pruebas para todos los niveles y edades, digno de copiar.
Pusimos rumbo a Hervey Bay. Antes de llegar paramos en un área de descanso que es bastante famoso entre los camioneros. El lugar llama Matilda en honor a una mascota de los juegos de la Commonwealth de 1.988.
Tienen expuesto un enorme muñeco de Matilda para que puedas hacerte fotos.
Allí protagonizamos la anécdota del día. Por primera vez desde que cogimos el coche fuimos a repostar y no teníamos ni idea de si el coche era Diesel o Gasolina. Después de darle mil vueltas a los papeles y al coche, con dos camioneros y varios empleados de la gasolinera, al final llamamos a la empresa del alquiler para aclararlo por si acaso. Al final era de gasolina, como todos creíamos, pero no nos atrevimos.
En Hervey Bay paramos a comer algo pero ya eran las 14:40h y las cocinas estaban cerradas. No nos importó porque encontramos un sitio donde vendían fish and chips y compramos gambas rebozadas picantes y unos calamares. Comimos la mar de a gusto en unas mesas que había en un parque mirando al mar. Después de la comida nos fuimos a dar un paseo por la playa que aquí también está muy virgen. En teoría por esta zona hay partes desde donde pueden verse ballenas pero nosotros no hemos tenido ni suerte ni paciencia, aparte de que no sabíamos ni siquiera si era la época ni desde dónde pueden verse.
Por esa zona la playa estaba totalmente desierta. Pudimos ver toda la playa repleta de restos de coral seco y conchas. En ese momento estaba bajando la marea y unas aves se estaban poniendo moradas de conchas que quedaban desprotegidas en la arena. El paseo por allí fue tan agradable provocando que nos entretuviéramos más de lo previsto y salimos muy tarde rumbo a nuestro último destino del día, Town of 1770. Esta parada simplemente era de tránsito para descansar de camino a Airlie Beach.
Se nos hizo de noche por el camino, cosa que hemos estado esquivando todo el tiempo por miedo a que se nos cruzase algún animal. Por suerte estas carreteras son tranquilas y no se nos ha cruzado nada, aunque son muy oscuras. Lo peor es que temíamos que quizá la recepción del Backpackers estuviese cerrada cuando llegásemos, por lo que nos quedaríamos sin sitio donde hacer noche. Por suerte llegamos una media hora antes del cierre, contando que nos equivocamos de hostal y tuvimos que ir al correcto. Todo esto debo mencionar que se nos ha hecho de noche porque aquí anochece a las 18:30h. De hecho, llegamos a las 19:30h y a las 20:00h es cuando cierran recepción. Preguntamos a la chica dónde podíamos cenar por allí y nos indicó un sitio a 1 minuto en coche. El restaurante donde cenamos un pizza familiar entre los dos también lo encontramos a punto de cerrar… La carretera cansa bastante, sobre todo después de la “tensión” que pasamos. Mañana nuestro destino es Cape Palmerston que simplemente es otra parada antes de Airlie Beach.
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Muchas gracias por otro post tan interesante. Muy bonitas fotos. ¡¡QUEREMOS MÁS!!. Por cierto, sí que es grande la Matilda, si.