Día de tranquileo, ya habíamos visto absolutamente todo lo que veníamos a ver. Nos hemos dedicado a pasear y a hacer las compras chorras. El desayuno ha sido brutal en la terraza del hotel Kempiski, ya os debéis hacer una idea: Salchichas de Nuremberg con pan y mantequilla y un desayuno Berlinés que era un plato de embutidos del país, todo regado con su caffelatte.
El siguiente paso, la tienda Lego, donde compré varias cosas divertidas como llaveros e imanes de nevera. En frente esta NikeTown. Nos paseamos un rato y nos cruzamos con un jugador de la selección alemana de baloncesto, no tengo ni idea de como se llama, pero el tio estaba en una de las paredes de la tienda en un cuadro firmado.
En los alrededores de la Alexander Platz, estuvimos paseando buscando una tienda donde había visto unos bolsos hechos de material reciclado que nos gustaron. Los fabrica la marca Freitag, están hechos de la lona de los camiones y cinturones de seguridad,dimos relativamente rápido con el sitio y estuvimos un rato eligiendo el que nos gustaba porque son únicos y de diferentes formas. La sorpresa vino cuando fuimos a pagarlo y la dependienta nos pregunta extrañada: ¿Sabeis cuanto vale?. Nosotros creíamos que con el rollo de la exclusividad costarían 50 0 60 euros, pues no valen 120. Del susto casi salgo corriendo de la tienda. Joder que todo es reciclado.
Para quitarnos el mal rato, nos dirigimos al antiguo barrio judío, donde volvimos a pasar por el famoso Tacheles. En frente nos comimos dos Currywurst que nos calentaron un poco después de lo del bolso, que nos dejo helados. En esa zona hay dos o tres tiendas de los mas Kitsch, una de ellas se llamaba ¿Quién mató a bambi?, con ropa y objetos con el pequeño ciervo y camisetas con lemas como: No soy tu amigo y Berlin me ama. Otra muy curiosa vendía cosas de segunda mano de los años 60,70 y 80. Sí, esos bonitos juegos de café que alguno recordamos, lámparas de aquellas, mesas y sillas de la RDA e incluso vimos un par de uniformes de la policía del Este y uno de un oficial Nazi, por supuesto sin emblemas ni logotipos.
De vuelta a la Postdamer Platz para coger el metro,pasamos por una tienda de bicis, fundamentalmente venden bicis de ciudad algunas realmente bonitas. Yo pille unos puños ergonómicos a ver si consigo que no se me duerman las manos por 7,99 y Manmely un timbre por 2 euros de lo más gracioso por lo pequeño que es.
Cerca de la plaza, en un aparcamiento que hay justo a la derecha del homenaje a los judíos está el bunker donde supuestamente se suicidó Hitler, lo único que lo indica es un cartel que muestra cómo era antes de que lo desmontaran en el año 1990 para que no se convirtiera en un lugar de peregrinaje de los neonazis.
Cogimos el metro para volver al hotel. En la estación preguntamos como ir al aeropuerto que llegamos a Tegel pero nos vamos por el otro, Schönefeld, por 2,80 €cada uno nos lleva. Es una buena opción para ahorrarte una pasta en Taxi
En una tienda en Ku’damm nos atendió un chaval alemán en español que fue muy simpático. Hay pillamos los típicos imanes y chorradas por el estilo. De allí nos fuimos a un gran almacén dedicado solo al deporte. La verdad que se nota que aquí lo que hace la gente es correr y coger la bici, había una planta entera solo para esos deportes los demás compartían espacio. Estaban liquidando bicis de prueba y exposición con precios caros pero muchisimo mas barato. Por ejemplo una bici de descenso de 8800 a 4200, una scott de carretera de 2000 a 1350, una scott de montaña doble de 2800 a 1800 y alguna más. Se que os pareceran caras pero si te estan bien de talla había verdaderas gangas. Los precios de la ropa técnica es increíble. Culottes o maillots por más de 100 euros dependiendo de la marca. Yo me sigo quedando con el Decathlon hasta que consiga un patrocinador, jejeje.
Como era el museo erótico está al lado del hotel y hemos pasado todos los días, no nos íbamos a ir sin verlo, total eran las 20:00 y no cerraba hasta las 21:00 y no teníamos nada que hacer. Como museo es mejor el de Amsterdam, pero la tienda era divertida por que te das cuenta que no tenemos mesura, ni en tamaño ni en cantidad.
Soltamos las bolsas en el hotel y nos fuimos a despedirnos de la Iglesia Kaiser que nos saludaba todas las mañanas cuando nos íbamos a descubrir esta ciudad. Los berlineses la llaman la Muela Picada por que solo sobrevivió una de las cinco torres que tenía y pinaculo esta medio caido y por eso el mote. Para finalizar en un Imbiss nos comimos el último Currywurst.
Paseamos un ratito más y nos volvimos al hotel a descansar que mañana toca vuelo a Stuttgart.
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Anda que vais a venir con cara de salchicha!!jeje
PD: solo recordaros que ya tengo nevera, es por lo del iman de legooooo!!
besitos!!hasta mañana por el skyper!!
Por problemas técnicos no había podido leer en su totalidad el relato de vuestra aventura por las tierras de la Merkel. Acabo de terminar su lectura , me he dado un “empacho”de lectura como vosotros con las salchichas, y aún estoy “babeando”. Sabía que Berlín era un sitio interesante, pero desconocía que tuviera tantos lugares para visitar. Mola lo de los museos. Lo de los judios no tanto.
La versión ampliada cuando vosotros querais. Como decía Luqui : un besito para ellas y un abrazo para ellos.
si si… claro… en el museo erótico entrasteis casi sin querer……. enga ya ipae 😛