Hoy ya fin llegamos a Airlie Beach. Sólo tardamos tres horas en el camino.
Cuando llegamos al hotel nos sorprendimos de lo enorme que era la habitación. Más que una habitación era un estudio porque también teníamos cocina, salón y terraza. Nos costó 110 AUD por noche, unos 77 Eur y mereció la pena sin duda. El hotel es Whithsunday on the beach. Está justo al lado de la playa artificial de la ciudad donde la gente puede bañarse en época de medusas cuando no es posible hacerlo en el mar. A Ismael le ha gustado especialmente porque siempre ha comentado que a él le encantaría la playa si estuviese alicatada y ¡¡¡¡ésta lo está!!!!
Tienes zonas de arena, zonas de piedra y zonas de hierba para que elijas la que prefieras.
Airlie Beach es una ciudad muy pequeñita pero tiene mucho encanto y bastante ambiente. Hay muchas tiendas y bares con gente joven con ganas de pasarlo bien. Además, no olvidemos que era sábado.
Nos paramos a comer un fish and chips de barramundi y calamares. El barramundi es un pescado muy típico de esta zona que está bastante bueno. Aprovechamos después de comer para hacer la colada. Como nuestro hotel está justo al lado de la “Lagoon” pudimos aprovechar para darnos un baño mientras la lavadora y la secadora hacían su trabajo. ¡Nunca antes había hecho la colada tan a gusto!
Mañana tenemos nuestra primera sumergida para ver la Gran Barrera de Coral, para mí, el principal motivo de este viaje. Como nos recogerían temprano, fuimos al supermercado para comprar algo para el desayuno. El resto del día fue muy tranquilo paseando por las calles de la localidad.
Cenamos tranquilamente en un restaurando al lado de la playa (la de verdad) y volvimos a repetir con el barramundi y con salmón. Para rematar, de postre nos compramos unos helados que nos tomamos dando un paseo por las mismas zonas pero disfrutando de la noche.
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