Hoy no teníamos mucha prisa así que nos hemos levantado a las 08:30 para ir a desayunar tranquilamente. Ismael estaba bastante hambriento y he rellenado tres veces el plato: Huevos revueltos, salchichas, queso, tostadas y café por supuesto. Yo he estado más desganada.
A las 09:30 ya estábamos camino de la plaza de Wenceslao para atravesarla camino del famoso Castillo de Praga, prácticamente pasábamos todos los días por aquí pues es la puerta del centro de Praga.
Sin hacer mucho caso por donde cruzábamos porque tendríamos tiempo de sobra para disfrutar de estas calles más tarde. Notas que te acercas al Castillo por la cantidad de personas que hay pululando por la zona.
El Castillo de Praga se levanta imponente desde el barrio de Malá Strana (ciudad vieja) viéndose desde cualquier parte de la ciudad. En si mismo es un pequeño municipio donde hay varias iglesias, palacios, la catedral, callecitas,… Así que reserva tiempo suficiente si quieres verlo todo.
Para poder visitarlo se tienen que comprar diferentes entradas. Nosotros compramos un pack que te daba acceso a la catedral de San Vito, el convento y la basílica de San Jorge, el palacio real y el callejón dorado.
El callejón de oro es una de las atracciones que atraen a más turistas a este complejo. Es una calle pequeña, estrecha y no excesivamente larga pero tiene el encanto de que hay casas de un tamaño tan reducido que a veces te preguntas como podía vivir gente allí.
Pintadas de diferentes colores, llama la atención una azul, el número 22.
En ella vivió el famoso escritor Franz Kafka, ahora es una tienda de souvenirs y regalos relacionados con su figura.
Muchas de las casas de este callejón de oro están dedicadas a la venta de recuerdos y artesanías típicas checas y otras se han reconstruido e intentado que representen la vida de las personas que allí vivían. Había una de una persona que trabajó o le gustaba el cine y la casa esta llena de carteles y películas sobre todo de cine mudo.
Otra de ellas, era de una costurera y lo que había dentro era sus utensilios de costura, una máquina de coser, un pequeño cuarto donde dormía y la cocinita. Algunas de las que hay ahora de juguete son mas grandes.
Otra zona impresionantes son las plazas que te encuentras en esta zona de Praga. Enormes flanqueadas por edificios impresionantes de las familias cortesanas y allegadas a la corte.
Esta es la parte trasera de la catedral de San Vito. Es curioso porque para entrar tienes que rodearla y al contrario de lo que estamos acostumbrados la fachada principal esta en un lateral donde se encuentra la famosa puerta dorada.
En ella también se encuentra una estatua de San Jorge.
El interior es bastante impresionante por sus arcos.
Y las cristaleras nos encantaron.
Esta en concreto es una pasada, lo realizó Alfons Muncha y seguro que lo has visto en libros de historia o de arte.
Saliendo por uno de los laterales del castillo de Praga, intentamos visitar la iglesia de Loreto. Donde se supone que hay una reproducción de la casa original de la Virgen María perooooo… Nos encontramos la puerta cerrada porque cierran de 13:00 a 13:45 y nos pilló en la puerta a las 13:05 y no estábamos dispuestos a esperar tanto tiempo allí al sol sin nada más que ver o visitar alrededor.
Decidimos bajar del castillo de Praga y descubrimos un restaurante con un patio en que nos encontramos muy a gusto.
Con las cervezas nos pedimos un plato que nos pareció curioso y lo mejor es que estaba ESPECTACULAR.
Manzana con jamón ahumado y asado y pure de patatas.
Para continuar Ismael sigue con la afición al Gulash checo y yo me decanté por un filete de cerdo empanado con pure de patatas. Para terminar nos comimos un strudel de manzana. Todo esto por 32 €. No nos pareció caro. Sobre todo por lo relajamos y tranquilos que estuvimos.
Cuando volvimos a nuestra ruta nos dirigimos todavía en la ciudad vieja a la iglesia de San Nicolas que me gustó especialmente por su estilo barroco tardío. Tiene infinidad de detalles donde pararte y en su espectacular órgano tocó Mozart.
Muy cerca está la calle Nerudova, no os la podéis perder. Tiene un encanto medieval que te atrae. Como antes las calles no tenían número los vecinos de este barrio decidieron que la mejor forma de que la gente encontrara su casa era dibujar o añadir a la fachada algo que las distinguieran. Decidieron usar su emblema: dos soles, un hombre a caballo, un cisne, etc…
Como llovía bastante, no íbamos preparados para tanta agua y a Ismael le encanta el café nos metimos en una pequeña cafetería.
La sorpresa que nos encontramos dentro, es que sirvió de escenario para el rodaje de la película Amadeus.
Buscamos el puente de San Carlos para cruzar a la Ciudad Nueva (Nové Mesto). Nos llevamos un chasco enorme. La fama de este puente nos había hecho imaginarnos que las esculturas que están en sus laterales serían espectaculares y nos las encontramos totalmente negras. No se distinguen los detalles que los artistas que las tallaron diseñaron.
Pensábamos que iban a estar más cuidadas, básicamente porque el puente es uno de los grandes atractivos de esta ciudad.
Obviamente no podemos negar que tiene mucho encanto atravesar este puente en cualquiera de los dos sentidos y ver el Castillo de Praga o Nove Mesto desde él. Es un imperdible de la ciudad.
Otra calle que es un ‘must’ es Karlova. Sinuosa, llena de tiendas y ambiente. No te preocupes por el idioma, encontrarás a gente que habla castellano sin esforzarte mucho y si no con el inglés no tendrás ningún problema. Encontrarás un par de teatros donde se representa el famoso teatro negro checo. Si tienes interés en verlo recuerda llevar efectivo que allí no tienen datáfono para pagar con tarjeta. Así que nos quedamos con las ganas de verlo eso día porque no llevábamos suficiente encima.
Terminamos en la Plaza Vieja, viendo un partido en una megapantalla que habían instalado para la eurocopa en el que la República Checa perdió 1-4 frente a Rusia.
Cuando nos cansamos nos fuimos acercando al hotel, buscando una cervecería que Ismael había leído que estaba bien considerada.
Pivovarsky Dum es un restaurante que fabrica su propia cerveza, según lo que pudimos comprobar está fuera de donde solemos ir todos los visitantes y lo que sueles encontrar allí son checos.
Empezamos con una ronda de degustación de 8 cervezas, tranquilos que los vasos eran pequeños. Había de light, la especial del mes, negra, café, plátano y otras tres más que no recuerdo…
Volvimos a comer platos típicos checos de carne de ternera con champiñones y los famosos dumplings de harina con una salsa blanca y filetitos de cerdo con salsa de pimientos con arroz.
La anécdota de la cena fue que nos sentaron en una mesa compartida con un hombre que comía solo, nos hemos saludado y observamos que estaba tomandose una degustación de 4 cervezas. Al rato le sirvieron una sopa y como se le había acabado la cerveza pidió una de las grandes de medio litro. Aquí es donde nos quedamos alobados mirando como le sirven un CODILLO, lo mira, nos mira, sonríe y pide otro cervezón. De vez en cuando se echaba para atrás mientras comía y respiraba despacio como dejando hueco en su barriga y el tío continuaba. De tamaño no era muy grande pero parecía que iba entrando. Nos quedamos con la ganas de saber si lo terminó o no porque nosotros nos fuimos y el pobre seguía allí.
Del restaurante nos fuimos a descansar que nos quedaban varios días todavía por esta maravillosa ciudad.
Gracias por llegar hasta aquí. Esperamos que os haya gustado. Si es así lo puedes compartir en las redes sociales. 🙂
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Muy buen post!! Tengo ganas de visitar Praga y seguro que me sirve de mucho. Saludos!!!!!
Muchas gracias por el comentario Erik.
Esperamos que disfrutéis la ciudad como lo hicimos nosotros. Praga es una preciosidad con muchas cosas que ver y disfrutar.
Saludos
Tengo pendiente a Praga! Que bella! Impresionantes esos vitrales y tambien se ve muy bien esa degustacion de cervezas!
Hola Andy,
Las vidrieras son una preciosidad y la cerveza es casi una religión. Yo no bebo alcohol, ni siquiera cerveza en casa pero es subirme en un avión, ver cervezas oscuras y no poder resistirme.
Gracias por el comentario.
Praga es una de mis ciudades favoritas de Europa, tiene mucha magia, y el castillo es increíble!!! Además pude disfrutar en la plaza de Praga cuando españa ganó el mundial, así que,….jejejeje
Gracias por el comentario.
A nosotros nos pilló la Eurocopa. Praga es una maravilla que debe ser visitada. La verdad que nos gustó mucho.
Hola Ismael, muy buen post y tienes razón ¡qué vidrieras más espectaculares! En una entrevista a Javier Reverte, me comentaba que una de las ciudades donde no le gustaría vivir por nada del mundo es Praga, que aunque es bellísima “es demasiado ordenada y previsible”. Evidentemente es su opinión ¿qué te pareció a ti, bueno a vosotros, en este aspecto? Yo digo que después de vuestro paseo me apetece muuuucho ir. ¡Gracias!
Gracias por tu comentario Carolina,
Pues no nos habíamos planteado nunca vivir en Praga. Es una ciudad pequeña, lluviosa, fría tanto clima como de carácter de sus habitantes, no sería una de nuestras elecciones.
Para ir de viaje es una gran opción, no es cara comparadas con ciudades como Paris o Viena, se puede hacer un roadtrip muy interesante visitando otras ciudades y paisajes muy interesantes y el contraste entre zonas de la misma ciudad hace que merezca la pena una visita de 2 ó 3 días si sólo vas allí.
Saludos Viajeros