Para hoy ya no teníamos pendiente ninguna visita en Dublín . Estudiamos la posibilidad de coger el tren e irnos a un pueblecito de pescadores cercano, pero nos dio un poco de pereza y al final decidimos quedarnos por la ciudad. De todos modos, nuestra idea para este viaje era estar tranquilos y pasear que es lo que nos gusta como ya os comentaba anteriormente.
Recorrimos otras zonas residenciales de la ciudad que no habíamos visto aún. Nos cruzamos con un niño de unos 7 años que estaba recogiendo firmas por 1 Eur para una rifa o algo así. Teníamos claro que era un timo pero aún así le hemos dado el euro.
Cuando paramos a desayunar Ismael se pidió un combinado con un huevo frito, bacon, salchichas, patatas, habichuelas y unas tostadas acompañados de un café con leche.
Yo preferí pedir sólo bacon con tostadas aunque Ismael me cedió una salchicha. El bacon estaba muy limpio y muy rico. Hemos desayunado de maravilla.
Después ya sólo nos quedaba pasear porque no teníamos nada previsto. De todos modos nos quedaban muchas zonas sin recorrer y aprovechamos para verlas. Llegamos hasta el puerto y comprobamos que toda esa zona era muy nuevainflatable walking ball.
Paramos en el Dublin Convention Center, un edificio muy moderno al lado del Samuel Beckett Bridge con su forma de arpa blanca.
Todo el barrio es muy moderno pero se aprecia que la crisis económica ha causado estragos en esta ciudad y toda esta zona de nuevos edificios está desierta. Da mucha lástima ver locales vacíos y edificios enteros cerrados. Sin ir más lejos, justo al lado de nuestro hotel, vimos un edificio entero cerrado con candados y cadenas en todas las puertas de acceso. Por la zona del puerto entramos en un centro comercial que estaba prácticamente vacío. Allí hemos usado un poco la wifi del Starbucks mientras disfrutábamos de un café calentito. Nos sorprendió que hubiese un Starbucks en un centro comercial desierto.
Por la ribera del río continuamos nuestro paseo y nos encontramos con unas estatuas famélicas en rememoración de la hambruna que asoló el país, entre otras razones por la falta de patatas, como explican en la wikipedia.
Muchos irlandeses huyeron del hambre exiliándose a lugares como Canadá o Estados Unidos y este monumento los recuerda. Da escalofrío porque los han puesto como si fuesen en peregrinación hacia los barcos y no es difícil imaginar la cantidad de personas que irían por allí en esa situación.
Tras nuestra visita a los muelles volvimos a la zona de las cervecerías y de las tiendas. Toda la zona continuaba muy animada con mucha gente realizando compras navideñas. Nos ha llamado la atención que los sábados las tiendas cierran más temprano a pesar de la cantidad de gente que aprovecha ese día para realizar sus compras. Recordamos que cerca del Temple Bar los sábados ponen un mercadillo de comida y decidimos buscarlo.
Nos costó un poco encontrarlo porque, entre otras cosas, esperábamos que fuese más grande de lo que era. Hay pocos puestos pero con comida variada, mexicana, china, diferentes tipos de queso, chocolate caliente… No probamos nada porque nada nos llamó la atención y tampoco teníamos hambre, así que tan solo curioseamos.
Cuando nos apeteció comer nos fuimos al Bewley’s Oriental Café.
Había que hacer cola para conseguir una mesa pero como delante nuestra sólo había grandes grupos, cuando se quedó libre una mesa de dos nos acomodaron rápidamente.
Nos comimos una hamburguesa irlandesa cada uno acompañada de patatas y ensalada y por supuesto dos pintas de Guinness. Después de almorzar nos acercamos a la planta de arriba en la que tienen una exposición de casas de muñecas que daba un poco de grima.
E l resto del tiempo lo dedicamos a recorrer tiendas curiosas sobre todo de decoración y de repostería. No pude resistirme y me compré algunos cortapastas para mis galletas. También fuimos a visitar la tienda de Abercrombie and Fitch pero cuando vimos que había cola para entrar nos dimos media vuelta. En esta tienda ponen modelos en la puerta para darte la bienvenida y también para atenderte, así que estaba repleta de niñas jóvenes.
Ismael dice que está al fondo y que lo he fotografiado sin querer.
En la tienda de al lado tenían este cartel, donde hacen un poco de humor sobre los modelos de al lado.
Paseando, paseando, nos encontramos con esto:
Un montón de carritos tirados unos encima de otros creando una montaña de ellos rodeados por vallas rojas. Estaban allí sin supervisión. Resulta que era un teatro donde se representaba una obra infantil y si querías verla no podías entrar con los carros.
No podíamos irnos de Irlanda sin probar un verdadero café irlandés. En pub oscuro donde se vanagloriaban como ser los inventores de este brebaje que nos dejó bastante más contentos y con unas renovadas ganas de seguir paseando.
Después de esto ya sólo nos quedaba recoger nuestras cosas e irnos al aeropuerto para volver a casa.
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Todo muy bonito. Las estatuas del muelle impresionan, es como si estuvieras en The Walking Dead, te imaginas con el cuchillo en mano esperando a que se acerquen, sustooo.
Hmmmm viendo ese súper desayuno me he acordado de los “scottish breakfast” de Escocia, ¡eso son desayunos consistentes para empezar bien el día! Sus huevos fritos, el bacon, un puñado de beans… Hay gente que no les gusta, yo soy fan je je je
Me han impresionado las estatuas, la verdad es que fue una época terrible, las hambrunas (en un libro leí que sólo tenían para comer patatas…) y las emigraciones masivas a América, la tierra prometida.
Un saludo de la cosmopolilla
¡¡Qué buenos los desayunos escoceses!! Me encantaba la avena con miel y whisky, con la morcilla negra, bacon, salchicha, huevos,… Vaya recuerdo me has traído. Yo como tu fan total.
Lo peor de la hambruna fue cuando se acabaron las patatas. Fue terrible como decía el guía de la carcel, la gente prefería estar dentro que en la calle.
Muchas gracias por el comentario
Ohhh esa foto de desayuno!!… esos son los que me gustan 😀
Y las estatuas que miedo, como dices, pensar cuanta gente no habría pasado por ese camino… las estatuas son tétricas, así que pensar que la gente de verdad estaba en esas condiciones o peor es espantoso 🙁
Las estatuas eran impresionantes, no he puesto todas las fotos que les hicimos pero nos pegamos un buen rato allí.
Incluso nos sentamos a observar a la gente cuando pasaban al lado.
Gracias por el comentario.